lunes, septiembre 12, 2005

Todo es posible

Esta mañana amaneció de noche. Por lo menos a mí el desfase entre el horario solar y el laboral ya me obliga a saludar el día encendiendo las mismas luces que para acostarme. Estaba cubierto de niebla.
Ahora hace sol y hay nubes gordas y blancas en el cielo. Pero yo no las veo desde aquí.

Ayer me acosté llorando y hoy me he despertado con un nudo marinero en la garganta. Cada vez me canso antes de llorar. Y cada vez se me acaban antes las lágrimas.

Me he fabricado un rosario de frases en las que creer. Y las voy repitiendo. Hasta que se conviertan en verdades.
Como las noticias de la tele.
Como los rumores de pasillo.
Como las promesas del teléfono.