martes, mayo 02, 2006

manners

no merece la pena. romperlo ahora para esto. el silencio. la ausencia de las noches. el runrun apagado de nuestro recuerdo. por dos palabras. se acabó. te quiero. para siempre. nunca más. feliz cumpleaños. adjetivo verbo. núcleo. dos palabras. estampadas en todos los globos. en todas las tartas. en todas las postales de gatitos. de osos tímidos y adorables. de chimpancés graciosos. de amigotes etílicos. en mayúsculas. en cursiva. con relieve. en la pantalla. y no sé qué significan.

miércoles, febrero 22, 2006

knots

todas tus mañanas en maletas
en amaneceres circunstanciales
en insomnios premeditados
en escapadas extranjeras

todos los aeropuertos que se antojaban iguales
todas las estaciones que se hicieron cotidianas
todos los peajes que volviste a cruzar como la primera vez

se relativizan las distancias
porque yo a veces
(siempre)
echo de menos tus palabras

confidencias
hilvanadas con tiempo
preguntas
(retóricas)
sobre lo que desconocemos

miradas lerchas
(laretadas)
que espantan los miedos con cantos nocturnos

pero

sigue caminando

por calles desconocidas
por vestíbulos fríos
por salas de espera
por donde indique la flecha
por encima de las hojas secas
a través de los charcos de lluvia
sobre la nieve

y escucha

las sirenas
los platos que se rompen
las puertas que se despiden al cerrarse
las conversaciones desatendidas cuando suena una canción
las voces que te llevan a algún lugar

y mira

todo lo cotidiano que te rodea
las luces que se pierden
los colores que se repiten en cada esquina
las grietas que aparecen con el paso del tiempo
la sorpresa en los demás
el color de tu piel

y cuéntame

si has descubierto sabores
si has cazado recuerdos en bares
de lengua exóticas
si la gente te ha cambiado

porque allá donde te diriges
yo veo un poquito a través de tus ojos

lunes, febrero 20, 2006

siege

Moon is hiding
She's afraid
She feels naked

Don't whisper
cold steel words
Don't shake these walls

I can hear your breath
I can feel your waves

Don't shake these walls

I'm afraid of looks
I'm afraid of silence

miércoles, enero 18, 2006

petroleando

Rusia y China prefieren el diálogo con Irán antes que las sanciones
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, manifestó ayer que las sanciones contra Irán "no son ni el mejor ni el único medio" para resolver los problemas provocados por su decisión de reiniciar su programa nuclear. Mientras la Unión Europea prosigue las negociaciones con Moscú y Pekín para lograr una resolución de condena, Teherán ofreció ayer retomar el diálogo, gesto que, en opinión de Bruselas, llega demasiado tarde.

Y tú vas y piensas que qué majos los rusos, oye, que ahora parece que apuestan por la negociación, el talante, y el acercamiento entre civilizaciones, que está claro que la solución bombardeo preventivo sólo revuelve el avispero, que hay que cambiar la política internacional, que... ¿los rusos?

El barril de petróleo supera los 64 dólares por las crisis de Irán y Nigeria

El precio del barril de petróleo tipo brent, el de referencia en Europa, subió ayer 1,5 dólares y superó los 64 dólares (llegó a 64,68)

Ah! Vale, era eso, el oro negro. Si es que no hay derecho, todavía no ha pasado nada y las grandes compañías petroleras ya han cuantificado el "riesgo" de la situación y lo han trasladado a nuestros bolsillos. A nuestros bolsillos y a los billetes de avión, al pan, a las chocolatinas y a los tipos de interés, que son unos sujetos tremendamente hipocondriacos que enseguida se contagian de cualquier subida. Y es normal que los políticos se preocupen, porque cualquier hijo de vecino llega a fin de mes después de hacerse un curso de malabarismos varios.

Pero claro, teniendo en cuenta que


- Irán tiene unas reservas de petróleo de 132.460 millones de barriles
http://www.opec.org/aboutus/member%20countries/iran.htm
- El total de las emisiones de carbono de todas las fuerzas armadas del mundo combinadas es probablemente del orden de 140 millones de toneladas, casi la misma cantidad que las emisiones anuales del Reino unido. Si se añade el consumo de energía por parte de las fábricas de armamento, el total podría muy bien duplicarse.
- En 1988, se estima que EE.UU. las fuerzas armadas consumieron 1.589 billones de BTU de energía; lo que supone el 86% del total de la energía consumida por el gobierno y unas 14 veces la energía utilizada por todo el transporte público y privado

Pues ya me imagino qué es lo que tanto preocupa a los "grandes mandatarios"...
Que mi amigo Henry, camarada de toda la vida, tiene una fábrica de armas (entre otras cosas, seguro que también diseña chupetes), y con estos precios, el margen de beneficios no le va, no le compensa, y estonopuedeser, que no; que hay que tomar medidas, así que vamos a enseñarnos un poco los dientes, y si no os asustáis, pues nos presentamos ahí, eso, con las armas, para que vean mundo, y dinamicen la economía, y generen una demanda, que estaremos encantados de atender, con todo este petróleo...

Puede que parezca simple, exagerado, o demagógico. Y puede que lo sea. Pero es la percepción que tengo cuando escucho este tipo de noticias, e imagino esas reuniones en las que se habla de cifras que no parecen reales (como cuando de pequeña intentaba imaginar el infinito. vértigo!), en las que las vidas se transforman en números, porcentajes o intereses, sin poder tener en cuenta las consecuencias que sus palabras tendrán sobre cada persona de este planeta, como hacerme pensar que debería haber llenado el depoósito la semana pasada...

miércoles, enero 11, 2006

muñeco de trapo

Aquella mañana, cuando mis ojos empezaron a reaccionar a un umbral mínimo de estimulación (nunca antes de la ducha y el desayuno, of course), descubrieron una sombra en el jersey que había rescatado del armario. Intrigada, la exploré en el espejo y resultó ser un roto, un roto doble e inexplicable, pues no recuerdo ningún encontronazo antes de haber depositado el jersey en el armario.

No sé por qué no me cambié.

Salí a la calle y exhibí todo el día mi indumentaria mutilada. De vez en cuando me preguntaba qué lo habría causado, porque no era un corte violento, propio de tirones o tijeretazos, sino una herida gastada, comida por los bordes, vacía ya de tejido.

Insectos... O roedores... La piel de gallina. La mera idea de que mi armario albergue otras vidas ajenas a la del fantasma inglés, me revuelve el estómago. Y si encima piensan vivir a costa de mi ropa... en fin, lo llevan crudo. Imaginé una polilla gestándose en la oscuridad. Un ratón deslizándose por los estantes. Me siento parasitada.

Esa misma noche intenté arreglarlo. Con hilo y aguja. Nunca se me ha dado bien. Intento disimular los puntos haciéndolo por el revés, con cuidado, y no me doy cuenta de que entonces se notan más por el otro lado. Rectifico recordando los consejos de mi madre sobre cuál es la mejor forma de sentarse en estas situaciones (lo habitual es que todo mi cuerpo se incline sobre "la labor"); pero en el segundo agujero había demasiado agujero, y ya no sé. No consigo aproximar sus extremos sin desviar todas las líneas que atraviesan la prenda, sin convertirlo en un zurcido apretado.


Cuando no sabes remendarte las heridas deberías saber al menos qué las ha causado. Y cuánto tiempo lleva ahí. Y por qué tiene preferencia por la lana.

Esta tarde pediré permiso al fantasma inglés para ventilar su refugio. Se abren las puertas. Y que corra el aire.

martes, enero 03, 2006

colisión

No debe ser tan difícil.
Poner punto final.
Decir “hasta aquí”
Siempre termino por hacerlo.
Pero es que quiero seguir
mirando

No dejo de pensar
si he hecho mucho ruido al acercarme.
Si he cruzado alguna puerta
que no cerraste por descuido.
Si el sonido de mis pasos
despertó algún fantasma.

Hay lugares en los que no permitimos que entre la luz.
Recuerdos que se agitan encerrados.
Se ahogan
Se apilan y pesan.
Van con nosotros.
Y se derraman cuando apareces.
Míralos
Arrúgalos
Bábelos
Ordénalos

O déjalos caer

Están ahí

Yo también

Prometo
no
hacer ruido

miércoles, noviembre 23, 2005

Tiempo… hace ¿años? las horas pasaban tan despacio…
Se me escapan las fechas.
Te tropiezo de vez en cuando.
Fuera de sitio.
Kilómetros.
Y las palabras que había guardado no se atreven a volar. Aquí no.
Están dichas.

No sé leer miradas en la distancia.

No reconozco tu piel.